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Sacyr obtuvo un EBITDA entre enero y septiembre de 2022 de 924 millones de euros, con un incremento del 47% respecto del mismo periodo de 2021. El EBITDA a septiembre ya supera todo el registrado el año pasado.

Este importante crecimiento vino acompañado de una mejora de la rentabilidad (margen de EBITDA), que se situó en la cifra récord del 22,6%, 360 puntos básicos más que en septiembre de 2021.  

La mejora de los resultados en los tres primeros trimestres muestra la fortaleza del modelo de negocio de Sacyr, predecible y estable gracias al foco concesional. Los activos concesionales aportan este año el 85% del EBITDA, es decir, 300 puntos básicos más que en 2021.  

Sacyr sigue demostrando su capacidad de puesta en servicio de activos con la entrada en operación de varias infraestructuras relevantes: AVO y Ruta 78 (Chile), Mar -1 y Rumichaca-Pasto (Colombia) y la A3 (Italia).

La cifra de negocios creció el 24%, hasta los 4.092 millones de euros, ya que los ingresos de las concesionales están directamente ligados a la inflación. El beneficio neto escaló hasta los 68 millones de euros, el 13% más.   

Entre enero y septiembre, el flujo de caja operativo ascendió a 427 millones de euros, el 6% más que en 2021.  

La compañía dio un impulso a su Plan Estratégico 2021-2025 con el anuncio de que explora activamente varios procesos corporativos que le permitirán adelantar dos años el cumplimiento del objetivo de la reducción drástica de deuda neta con recurso. 

Estos procesos incluyen la búsqueda de un socio inversor para el 49% de Sacyr Agua, la desinversión del 49% de Sacyr Servicios y la continuación de la rotación de activos no estratégicos de concesiones. 

Durante el primer semestre del año Sacyr vendió su participación en Repsol, lo que supuso un resultado de caja positivo de 58 millones de euros y una reducción de su deuda asociada de 563 millones de euros. De esta forma, Sacyr cumplió uno de los objetivos de su Plan Estratégico 2021-2025.